lunes, 23 de diciembre de 2013

Anarquista en la familia

Antes de nada, quiero pedir disculpas, esto no es un post sobre batallas, ni tiene que ver relación con Las Merindades, pero puede servir para entender, al menos mi postura sobre los orígenes de los conflictos bélicos y como nuestra visión suele ser muy subjetiva.
Cuando se habla de la Dictadura de Franco, de la Guerra Civil y de la II Republica, suelo decir que es aconsejable conocer que es lo que sucedía antes para poder entenderlo todo mejor. La pregunta es: ¿Hasta dónde deberíamos retroceder en el tiempo? El siglo XIX es probablemente ese siglo que podríamos dedicar eternamente a escribir, carlistadas, desamortizaciones, franceses, constituciones, republica…
Sin embargo, hay otro hecho importante y es el de las movilizaciones obreras, parte de mi familia, la del personaje del que voy hoy a escribir tiene su origen en Salamanca y vinieron al País Vasco como muchos otros a trabajar… el asunto es que este personaje, era un tío carnal de mi abuela. PABLO MARTÍN.

Todo comienza en 1899 cuando Julian Martín, (mi tatarabuelo) tiene a Pablo uno de sus 8 hijos, pero este será diferente al resto. Pablo trabajará en Altos Hornos de Vizcaya y será un reconocido anarquista, marchará a Paris. Hay que entender que las movilizaciones obreras son realmente importantes en esta época. La dictadura de Primo de Rivera, había comenzado en el año 1923.

Pablo irá a Francia y allí se rodeara de otros simpatizantes anarquistas que al cruzar la frontera para seguramente organizar una revolución contra la dictadura existente y estando en Vera de Bidasoa se producirá un encuentro con la Guardia Civil. En dicha acción de Vera de Bidasoa son asesinados dos guardias civiles y a Pablo se le acusa de ser uno de los autores de los hechos. Es detenido y juzgado. Su condena: ser ajusticiado en Pamplona por el garrote vil. Antes de que se cumpla la sentencia, se suicida tirándose por una ventana de la prisión.

Si el tío de mi abuela era anarquista (Pablo Martin), mi bisabuelo, (Pedro Santana) el padre de mi abuela (era carabinero) y paradójicamente podemos ver a uno de los hermanos de Pablo, Jesús, vestido con ropas militares.

Este revolucionario, no fue olvidado en su época y cuando se instauro la II Republica, hizo que una de las calles de Barakaldo, la calle Arana, (allí donde nacieron muchos de mis familiares, incluido mi padre que siempre ha estado orgulloso de pertenecer a esa callejuela), pasase a tener de nombre Pablo Martín. Al llegar la dictadura de Franco, lógicamente volvió a cambiar de nombre postergando a Pablo Martín al olvido. Como suele ser habitual, las leyendas han circulado alrededor de su vida y a día de hoy es probable que no quede ni un testimonio de alguien que le conociese lo suficiente como para que pueda añadirnos demasiado sobre su vida. 
¿Por qué escribir hoy sobre él?, ¿Por qué desenterrar la Historia parcial de un hombre que murió hace 89 años? Porque la vida es caprichosa y hace que nos encontremos paradojas, cruces de destinos y de caminos, que hace que nos topemos con nuestra propia vida. De la forma más casual, mi progenitor se topó con un historiador barakaldes, Mikel Martinez Vitores,  que le preguntó precisamente por Pablo, porque había… (Atención a lo enredado de la Historia) un escritor llamado Pablo Martín Sánchez, que al buscar su propio nombre en google, había encontrado como resultado el revolucionario barakaldes, lo que le incitó a escribir un libro, El anarquista que se llamaba como yo.


Aquí podreis ver alguna imagen del juicio.

¿Qué produjo este hecho en la familia?, grosso modo mi bisabuelo, Pedro Sánchez, dejaría de ser carabinero y empezaría a trabajar en una fábrica y de su relación con Camila Martín, (mi bisabuela y hermana de Pablo Martín) nacerían dos niñas, Ildefonsa y Carmen, (mi abuela) y un niño (Jesús) que sufrieron en sus carnes los avatares de la Guerra Civil siendo unas crías, fueron unas niñas de la guerra que tuvieron que abandonar Barakaldo en barco hasta Francia, Argentieres para paradójicamente ver el final de la guerra y los combates en Blanes, pero eso es otra HISTORIA.

Un saludo,

Aitor Lizarazu Pérez.

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